enero 18, 2006

Las cuitas de un locutor; etés, fantasmas y fotos

Póstlogo a modo de prólogo: Empezando por el final de la emisión del 15 de enero de Milenio 3, resulta que un colaborador de Íker Jiménez sufrió terribles escalofríos por la videofilmación de un extraterrestre realizada por unos jóvenes en Yucatán, México. Las imágenes tenían a Íker "aterrado", en sus propias palabras, tanto que ya puede usted ver el vídeo en el propio sitio de comercio electrónico de Jiménez, no se lo pierda junto con el tremebundo rollo de Santiago Yturria, ufólogo mexicano de sexta división. Íker lo entrevistó para que Yturria dijera lo habitual sobre que el vídeo "no se podía manipular" y que hicieron "estudios y análisis" tremebundos y que aunque no se sabía si era o no real, todo parecía indicar que era más auténtico y sólido que el monte Everest, pase y vea.

Tengo la pena de anunciarte, sin embargo, Íker, gracias a la información oportuna de Martín Pereyra, desde Guadalajara (México), en la lista Charlatanes, que el pavoroso extraterrestre era un chaval con una máscara de carnaval y que urdieron el embuste para "pitorrearse" (mofarse, burlarse) de Jaime Maussán, ufólogo crédulo máximo, y para sacarle "una lana" (pasta, plata, moneda, mosca).

No sé si esto te recuerde algo...

Otros jóvenes haciendo un embustillo en el que caen redonditos los tremendos misteriólogos sin criterio, otro ridículo potente...

Mal empiezan el año, muchachos.

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Ay cuánto me gusta el gusto,
y al gusto le gusto yo,
y al que no le guste el gusto
tampoco le gusto yo.


La madrugada del pasado domingo 15 de enero de 2006, Íker Jiménez Elizari (®, creo) dedicó la primera media hora de "Milenio 3" en la Cadena Ser a volver a Los fantasmas de las niñas supergigantes de Ávila y el misteriólogo cuentero, demostrando que el tema lo tiene en el acelere y consiguiendo el fabuloso logro de hablar durante treinta minutos sin decir nada nuevo sobre el tema, para informar que tal no-misterio se muda a su programa televisual "Cuarto Milenio" el próximo domingo, con estremecedoras revelaciones (o algo así).

Ya demostramos (y demostraron otros en otras páginas y blogs) no sólo que la foto de las niñas fantasmas gigantas es una fotomanipulación, sino que es una fotomanipulación altamente basta, cutre, vulgar, chafa u ordinaria.

Por si fuera poco, esta semana, en la lista de correos Salsa rosa paranormal el anterior "experto" de Jiménez en asuntos de fotos, José Manuel García Bautista, ha escrito que vio las fotos en septiembre de 2004 y le dijo a Íker que eran un truco. Esto podría ser puro resentimiento de exempleado, pero resulta que García Bautista asegura que conserva los correos electrónicos que intercambió con su ex jefe al respecto. Dado que Bautista tampoco es experto en fotografía, calcule usted cuán trivial y ñoño es el truco de las "niñas etéreas" como para que un lego se diera cuenta con sólo verlas.

Por otro lado, al correo electrónico de este blog ha llegado un interesante goteo de mensajes del "pueblo de Ávila" en cuestión, indicando que allí todos saben que lo de las fotos es un cuento, pero no se atreven a hablar públicamente por miedo a no sé qué abogados que no sé quién les dice que podrían ponerles no sé qué denuncias por no sé qué delito por no creer en no sé qué fotos. Igual se están haciendo las víctimas, sólo digo lo que me dicen, pero llama la atención que coincidan en que "todos saben quien hizo el fotomontaje" y hasta explican por qué lo hicieron (misteriazo que develamos al final de esta entrada).

En preparación de lo que viene en estos días (atento, Íker), repasemos los momentos culminantes del programa. Acomódese, encienda un cigarrillo si no hay autoridades cerca para zumbarle un porrazo y acompáñenos.

Radio killed the video star?


Para que no se diga que este bloguero altera, edita, descontextualiza, falsea o malinterpreta malintencionada y malalechosamente las sabias palabras de la troupe Jiménez, invito a la lectora y al lector a que escuchen el programita en cuestión descargándolo o escuchándolo en directo en el sitio de comercio electrónico ikerjimenez.com. Note usted que en el propio sitio se aclara que sólo se guardan los programas de los dos últimos meses, de modo que si usted lee esto después del 15 de marzo, ya no podrá disfrutar esta histórica joya de la radio española. (Lo sentimos, deveras.)

Íker dice, sobre las fotos, que hubo gente que decía que era un truco de márketing para mi libro (refiriéndose a su novela Camposanto), y Carmen Porter señala que esos son unos "malintencionados".

O sea...

- Un tal Íker Jiménez lanza en mayo de 2005 una novela llamada Camposanto sobre un periodista de radio que investiga misterios, y casualmente la novela se promueve con una foto (mala, vaya flashazo te recetaron) de un segundo Íker Jiménez de noche, que fortuitamente está en un camposanto, iluminando una tumba con una linterna apagada y hablando por el "manos libres" del móvil.

- En las mismas fechas, el programa de radio de otro tal Íker Jiménez decide difundir un misterio al que por coincidencia llama "Investigación en el camposanto", una historia que de pura chiripa se guardó en el cajón durante ocho meses, en la que, por cosas del azar, un cuarto Íker Jiménez dice que ha investigado de noche en un camposanto donde hay unas fantasmas impresionantes.

Mientras no se pueda probar que los cuatro Íkeres Jiménezes se conocen y están coludidos, esto no es sino una coincidencia malintencionada que por pura suerte le vino bien al márketing.

Pero luego Jiménez infla el asunto diciendo que, si las fotos son un "fraude", serían un fraude muy bien elaborado.

Primero, Íker, espero que estés usando la palabra "fraude" en su acepción coloquial y no que le estés imputando el delito de fraude a Isabel García y a sus sobrinos, ni los vayas a denunciar ante las autoridades. Pero si estás hablando "como periodista", en términos coloquiales y no jurídicos, es perfectamente válido. Sólo que en tal caso no entiendo por qué no quieres entender que, cuando Javier Cavanilles dijo que las nuevas "Caras de Bélmez®" son "un fraude", lo hizo en el mismo sentido coloquial y no implicando la comisión de un delito, como has repetido ad nauseam para desviar la atención del tema central (luego hablamos de las "investigaciones" de los "laboratorios" que ibas a pagar y que en más de un año no aparecen por ningún lado).

Pero, por supuesto, no es un fraude (yo prefiero "embuste") "muy bien elaborado", sino de aficionado medio, y esto ya se te demostró y se te puede volver a demostrar.

Nunca lo reconocerás en público, como es obvio. Si sólo falta que ahora nos salgas con que todo lo que hemos descubierto y publicado los "malvados escépticos negativistas cerrados dogmáticos oficialistas de sillón" fue en realidad producto del profundo conocimiento fotográfico y la vasta experiencia digital del tal Guillermo León.

Así que, sabiendo los pormenores del sencillo embuste, no es inteligente fingir que si alguien hubiera logrado engañar a mentes prodigiosas como la tuya y la de tu "experto" sin título, se habría tratado de brillantes creadores que superan a los genios de efectos especiales de la Industrial Light and Magic, y que había que ser Einstein para descubrir el truquito en apenas 16 meses (a mí me tomó dos días, incluido el viaje a Ávila).

No seas exagerado.

La fotito es un montajito tan sencillo y malón que tuvieron que oscurecer, comprimir e interpolar la imagen para que no se notaran las patadas porque el autor aún no domina del todo el PhotoShop ni tiene un buen plug-in de enmascaramiento y para remate estaba trabajando sobre un original que tiene la mínima calidad que da su cámara, que puede dar imágenes de mayor calidad.

Yo tenía seis peritos...


Pero después Íker nos informa de nuevo que la absoluta fiabilidad en la preternaturalidad innegable de la foto fantasmosa ha sido certificada por Guillermo León y al menos otros seis peritos.

A íker se le multiplican los expertos, peritos, especialistas, conocedores y sumillers del misterio de manera muy conveniente, sobre todo si ninguno tiene nombre, ni publica sus "estudios" y "análisis".

En su primera versión, había un número indeterminado de anónimos "profesionales de la informática y la fotografía" que estudiaron las fotos y estaban, previsiblemente, "asombrados". Luego, en un rifirrafe por correo electrónico, ya tenía estudiando la foto a los de infografía del ABC (¿y por qué no los de El País?) y a PhotoShop España (que no existe).

De repente ahora son seis peritos, igualmente anónimos y sin darnos ningún dato que nos hiciera sospechar que no son simplemente otra fantasía de Jiménez.

No es por molestar, pero las cosas se hacen cuando menos como las hemos hecho los malvados escépticos negativistas cerrados malintencionados dogmáticos oficialistas de sillón y olé en las entradas de blogs y páginas Web dedicados a las embusteras fotos y que han introducido el caos en el minúsculo reino de Ikerlandia: dando los datos, explicando los pasos del análisis, sustentándolos sólidamente y dando la oportunidad de contrastarlos. Por eso tu "experto" pudo ir corriendo a abrir los archivos para constatar, horrorizado, lo que tienen los encabezados EXIF y los metadatos XMP de las fotos que tanto has promovido. Y por eso guardas pudoroso silencio sobre esos análisis poco indulgentes (o poco cómplices).

(Ah, si ya consiguieron quien les haga la edición binaria de los encabezados EXIF y XMP para argumentar que las fotos que otros tenemos "no son originales", sepan que hay formas de saber si tales datos fueron manipulados. Los archivos de fotos digitales son una cajita de sorpresas, ya lo vieron.)

En la multiplicación de los expertos de Íker pronto resulta que en el tema han participado como investigadores desde mayo, el coronel de la policía judicial de la Guardia Civil... el máximo exponente de la investigación fotográfica por parte de la guardia civil, que también carece de nombre... y los seis peritos se convierten de pronto en diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, incluido un asesor de la IBM (lo cual no significa nada) y algunos expertos que prestan declaraciones ante tribunales (y que tampoco tienen nombre) y huestes enteras de supergenios fotoinformáticofantasmales sin nombre, mientras, discretamente, los infógrafos del ABC y la gente de "PhotoShop España" hacen mutis por derecha público.

Pero Íker asegura que en su "investigación" llevó las fotos a todo el mundo serio, de verdad.

Dice en su página Web que las fotos de la pachanga están a disposición de todos y se da cremita diciendo pomposamente: nuestro empeño en seguir investigando este asunto apasionante en una pesquisa en la que todos podéis participar... y luego resulta que sólo participan los que según Jiménez son "serios" (suponemos que serios como Santiago Camacho y entes así).

Si usted no se traga sin chistar los cuentos de Jiménez, si es fotógrafo, si ha puesto en tela de juicio la mesiánica verdad del locutor, si tiene otros premios periodísticos y si, para acabarla de jorobar, demuestra el embuste... pues seguro que no es serio

¿Por eso será que Íker no me ha mandado las fotos que pedí por correo electrónico el 20 de diciembre del año pasado atendiendo a su invitación?

Así se inventan expertos como para llenar el arca de Noé y se descalifica a Alejandro Magno en temas de estrategia militar, "porque dice Íker que no es serio".

Pero lo importante es que, si este embuste se ha desenmascarado, es porque al menos dos álguienes y probablemente tres o cuatro álguienes o más, tuvieron acceso a las fotos verdaderas enviadas por Isabel García y las pusieron en manos de analistas más rigurosos y experimentados.

Por supuesto, Íker no tenía ninguna intención de enviarle las fotos a nadie que pudiera descubrir el embuste, de la misma manera en que ha ocultado firmemente muchísimas otras evidencias de supuestas investigaciones que ha hecho y comercializado con éxito.

Íker sabe que si libera evidencias para que se estudien seriamente, se le va a pique el negocio y además queda en ridículo.

Como en este caso.

Así que la próxima vez que Íker Jiménez diga tajante que tiene "pruebas" de otro producto ocultista, recordaremos que nunca quiere enseñarlas con lo cual es muy posible que sepa que son embustes, pero le da igual.

Todo por "la audiencia" y el dios rating.

Así, Íker exagera diciendo: De ser un montaje, nos han corroborado que no es nada fácil, la trama de las niñas es la misma que el fondo del cementerio. Dice que los informes de esos investigadores se verán en televisión el próximo domingo... ¿se verán o será como el "Sistema de documentación Pedro Amorós", que cuando sale en televisión no deja de agitar papeles cuyo contenido no deja que nadie vea?

Porque el que "corroboró" tal delirio es otro que sabe de fotografías lo que yo de pilotaje de aviones caza, pues... ¿de qué hablas cuando mencionas la palabra "trama", Íker?

La "trama" es o un viejo sistema de laboratorio fotográfico para dar nitidez a los negativos algo desafocados (que no se aplica en foto digital) o un concepto de artes gráficas referido a las pantallas que se usan para generar las planchas de cuatricromía o hexacromía en imprenta. Pero ni las paredes ni las niñas tienen "trama" así que, otra vez, o el que te contó la historia no tiene idea, o no entendiste nada, o te lo estás inventando para impresionar a tu público.

La facilidad que ofrece la manipulación digital para hacer que una imagen adquiera la textura de otra a la que se superpone con algún grado de transparencia es enorme. Unos minutos ante el ordenador/computadora permiten hacer algo como lo siguiente, cuatro procedimientos sencillos de transparencia con texturizado usando una foto tomada a mi modelo Aida García (sin parentesco con los García de Ávila). Hay otras formas más complejas de hacerlo, claro.


Por último, la persona que dijo que un montaje así lleva 10-11 horas engañó al locutor como a un mocoso, o simplemente a Íker se le ocurrió decirlo para impresionar otra vez a su público.

Esa fotomanipulación se hace en unos treinta minutos (y bien hecha). Yo te la hago cuando quieras, Íker, en público y con luz y taquígrafos. ¿Apuestas algo a que me tomaría diez u once horas, o cinco, o tres y no unos treinta minutos, y tomando café?

La familia dichosa o la dichosa familia


En la emisión de la madrugada dominical, Carmen Porter sugiere que alguien los acusó a "ellos" de haberse inventado a la familia García Peña responsable de las fotos.

Bueno, no exactamente. Lo que se dijo, o lo que yo digo, es que no son la "familia García Peña", que los tres implicados no comparten esos apellidos. Lo digo porque me lo dice la gente del pueblo, nada más.

Pero donde realmente Carmen toca el parnaso del delirio fantástico es cuando dice que si se trata de un fraude alguien les ha metido este gol igual que nos lo ha metido a nosotros.

Vamos, Carmen, ahora resulta que esa "maravillosa familia" incapaz de mentir y a la que untas de elogios como se unta un pan con miel antes de manducárselo... les mintió diciendo que ellos tomaron la foto y que era totalmente fiable... ¿En serio están preparándose a sacrificarlos y darles a los "García Peña" la puñalada pese a todo lo dicho en su sitio de comercio electrónico ikerjimenez.com, que allí queda?

Por cierto, Íker asegura que el domingo se "revelará" el nombre del pueblo, que por otro lado es bastante poco secreto a estas alturas, pero deja claro que a la hora de los naufragios hay quienes son capaces de dar de través con todas las naves de la confianza depositada en ellos para salvarse.

Remedio eficaz contra la cruel incertidumbre


No pienso ensañarme, Íker, con tus palabras definiendo al cementerio como un lugar con muchas muertes porque es evidente que los nervios te traicionan de mala manera últimamente. Tampoco voy a machacarte con el cuento ése de que la gente del pueblo sacaba el cuerpo de Don José Álvarez de su panteón todos los años, el día de Todos los Santos, para cortarle el pelo, cosa que tu reportero en "el pueblo de Ávila" dijo con una cara tan dura que sólo se explica mediante un avanzado estado de congelamiento.

Pero Carmen Porter, empeñada en dudar del fraude, se pregunta por qué la familia (cada vez menos intachable, según se ve) no difundió esas fotos en otros lugares.

Al parecer Carmen olvida que, además de mandarles las fotos a Milenio 3, Isabel García les dijo que se las mandó al programa de Javier Sierra en Telemadrid, y que éste, en un raro momento de lucidez o como resultado de un pacto entre colegas, no se metió en el avispero donde se encuentra ahora el equipo Jiménez.

También hay poca información cuando se dice que alguien estuvo año y pico guardando esa fotografía. La cronología es así:
  • 29 de agosto de 2004: se toman las fotos
  • 30 de agosto de 2004 a las 14:34: se procesa y truca la foto "del niño"
  • 30 de agosto de 2004 a las 20:13: se procesa la foto original base del trucaje de las niñas
  • 31 de agosto de 2004 a las 17:19: se termina el trucaje en la segunda foto con las niñas del álbum familiar escaneado por Nacho
  • 8 de septiembre de 2004: Isabel les manda las fotos a "Milenio 3" y a "Al otro lado de la realidad" asegurando que son más fiables que el R-5 de Alonso
  • Mediados de mayo: habiendo dejado pasar los fríos de Ávila (los entiendo, el 14 de diciembre hacía un frío que pelaba) o esperando la fecha de puesta en venta de Camposanto, el equipo de Milenio Tres visita el pueblo rápidamente y lanza su programa de radio "Impacto"
  • 21 de mayo de 2005: se publica en la Web del sitio de comercio electrónico ikerjimenez.com la paginita llamada coincidentalmente "Milenio 3 Impacto: investigación en el camposanto"
O sea, la familia "guardó" la foto ocho días, y Milenio 3 la "guardó" ocho meses. Sólo quería informarles que ni ocho días ni ocho meses son "año y pico".

Por último, Carmen Porter insistió varias veces durante la media hora de fantasmas que, si la foto era un "fraude" no se entendía por qué lo habían hecho los "intachables" miembros de la familia "García Peña", si no habían pedido dinero ni buscaban notoriedad (o sea, para Carmen la única justificación del embuste es la pasta o la fama... comprendemos).

Pero este misterio también tiene explicación. No es nada esotérico ni tiene nada que ver con la intención de engañar, digamos, para vender un libro dándole la vuelta al bigote de una foto de un guardia civil para fingir que es una cara pintada en el piso.

En realidad es (o era, al principio) bastante inocente.

Los protagonistas de esta historia, Isabel García y sus sobrinos, Ignacio y Víctor, eran fans de Íker y querían conocerlo porque lo admiran (o admiraban, ve tú a saber a estas alturas), lo tenían o tienen en alta estima (¿todavía?) y le creían cuanto decía (y, suponemos, también le creían o le creen a Carmen, a Guille, a Camacho y a todo el elenco).

Para acercarse a su ídolo radiofónico siguieron los consejos de éste e intentaron grabar unas psicofonías que no funcionaron y tomar unas fotos que tampoco mostraron nada notable. Frustrados, diseñaron lo que les pareció un inocente truco fotográfico para demostrar que estaban "en la sintonía del misterio" y así podrían conocer a su héroe.

Claro, nunca esperaron que se convirtiera en tal escándalo, que se les escapó de las manos (como les pasó a las niñas del embuste de las "hadas de Cottingley" y a las hermanas Fox, inventoras del espiritismo). Ahora se descubren totalmente embarcados, un poco por la emoción de lo desconocido (y la televisión y esas cosillas que tanto impresionan en estos tiempos de apariencias sin esencias) y un poco a fuerza porque no saben cómo decir abiertamente y en acto de honestidad que las fotos son un truco sin quedar en ridículo y, para remate, haciendo quedar en peor ridículo a Íker, a Carmen, a Guillermo, a los seis peritos, al coronel de la guardia civil, al asesor de la IBM, a los diez testigos profesionales y a todo el grupo de coros y danzas folclóricos "Estudiamos la foto, oh sí, la estudiamos, y es paranormalaza, oh sí" que produce de la nada la organización que no por nada se llama "Producciones Milenio 3".

En realidad no era tan difícil, ¿verdad?

Lo raro es que no sean los "investigadores del misterio" los que descubran algo tan sencillo.